El partido ultraderechista y su sindicato Solidaridad apenas consiguieron reunir a 300 personas pese a la presencia de su líder nacional
La manifestación del partido ultraderechista Vox y su sindicato Solidaridad discurrió por la carretera industrial ante la absoluta indiferencia del resto de fuerzas sindicales. Apenas 300 personas lograron reunir pese a la presencia del líder nacional del partido, Santiago Abascal, y de la candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía, Macarena Olona. Todo un despliegue de primeras figuras que no se vio recompensada con una multitud de seguidores. Un pinchazo en toda regla.
Tampoco hicieron acto de presencia grupos de detractores. Ni insultos ni increpaciones recibió la comitiva. Las únicas descalificaciones que se escucharon fueron las de los propios manifestantes, que se preocuparon más de insultar a Pedro Sánchez y a los sindicatos de clase que de lanzar algún mensaje para mejorar las condiciones de los trabajadores.
El trayecto desembocó en la Plaza de Sevilla, donde se encontraba el escenario. Los discursos, más propios de un mitin electoral que de una manifestación sindical. Tomaron la palabra Rodrigo Alonso, Secretario General de Solidaridad; Macarena Olona y Santiago Abascal. Ninguno de ellos gaditano.
En mitad del mitin aparecieron los manifestantes de UGT y CCOO, que bajaban la Cuesta de las Calesas en dirección a San Juan de Dios. Los manifestantes ignoraron completamente el discurso de Abascal, que en ese momento se encontraba en uso de la palabra. Un partidario de Vox se acercó a la manifestación para provocar algún altercado. Llegó con autoestima alta, como un torero haciendo el paseíllo. Apenas dos o tres personas le increparon, del resto recibió la más absoluta indiferencia. El valiente patriota fue perdiendo entereza ante el tremendo ridículo que estaba protagonizando y acabó con cara de circunstancias, deseando desaparecer.
También hizo acto de presencia en la manifestación de UGT y CCOO el redactor de EDA TV, preguntando por supuestas corruptelas sindicales, mariscadas, aquelarres y demás. Tras otra retahíla de improperios miembros de la Policía Nacional optaron por retirarle de allí advirtiéndole de las consecuencias de provocar una alteración del orden público.
Por su parte, los sindicatos de clase convocaron a unas mil personas en su tradicional recorrido desde la Plaza de Asdrúbal hasta la Plaza de San Juan de Dios, donde tomaron la palabra los dirigentes provinciales de UGT y CCOO.
La tercera de las movilizaciones, la del metal, comenzó en la glorieta de San Severiano y recorrió los barrios obreros de la ciudad congregando a unas 300 personas.