La Armada ha cedido dos motores de aeronaves a la Universidad de Cádiz para que el alumnado de la Escuela Superior de Ingeniería los incorpore en sus prácticas dentro del plan formativo de sus estudios. En concreto, ha entregado a la UCA una turbina Harrier y el motor de un helicóptero, que pasan a condición de desuso en Defensa, en el marco del protocolo general de colaboración entre ambos organismos
El rector de la UCA, Casimiro Mantell, ha presidido el acto institucional en la entrada principal del centro académico en el Campus de Puerto Real junto al almirante de la Flota de Cádiz, Eugenio Díaz del Río, en representación de la Armada, el director de la ESI, Luis Lafuente, y el capitán de navío y comandante de la Flotilla de Aeronaves, José Emilio Regodón, según ha detallado en una nota la universidad gaditana.
El rector ha agradecido a la Armada esta alianza que mantiene con la Universidad y que se ha materializado en esta cesión, que «no es fácil de obtener para una universidad» ya que hay «unos protocolos y unas complicaciones que han tenido que ser vencidas para poder tenerlos aquí».
Como ha informado, ahora habrá que buscar una ubicación definitiva a este material cedido, apuntando a que «no es sencillo integrarlo en su interior» pero que va a servir para «mejorar todas las competencias docentes» de los estudiantes de la Escuela de Superior de Ingeniería.
Mantell ha reconocido que este acto es «un símbolo más de la relación de retroalimentanción y participación activa» entre ambos organismos y ha valorado «esa vocación de trabajar conjuntamente» con la UCA.
Por su parte, el comandante de la Flotilla de Aeronaves ha puesto en valor «la fructífera colaboración» que desde hace años mantienen sendas instituciones, asegurando que es «un ejemplo de sinergia que enriquece tanto el ámbito académico como el profesional».
Las visitas de alumnos de distintas titulaciones a unidades de la Base Naval de Rota, buques e instalaciones en tierra, como la Flotilla de Aeronaves son «frecuentes», una cooperación que se ha consolidado a través de un protocolo entre el Ministerio de Defensa y la UCA, en el que se incluye también el desarrollo conjunto de proyectos de investigación, así como prácticas curriculares y trabajos de fin de grado, y la cesión de este material aeronáutico con fines docentes.
Sobre este material, ha afirmado que «mejorará la formación del alumnado y garantiza que los futuros profesionales salgan al mercado laboral con una preparación sólida y una compresión profunda de la tecnología y las operaciones aeronáuticas».
Los motores expuestos en las instalaciones universitarias de la Escuela tienen además de su utilidad docente «un considerable interés histórico», ya que representan «hitos notables en la historia de la aviación».
En concreto, el motor turbofán RR Pegasus, que propulsa a la aeronave Harrier, permitió que esta fuera «la primera de la historia de producción en serie con capacidad de vuelo vertical (V/STOL) gracias a un sistema de toberas vectoriales orientables acopladas a dicho motor», como ha puntualizado el director de la ESI, Luis Lafuente.
El segundo es un turboeje General Electric T58-GE-402, que propulsa a diferentes modelos de helicópteros civiles y militares, incluyendo el afamado Sikorsky SH-3 Sea King, que formó parte de la quinta Escuadrilla de la Armada en Rota. Este modelo de motor fue la primera turbina de gas de flujo axial diseñada específicamente para propulsar helicópteros, siendo igualmente la primera en ser certificada por la FAA (Administración Federal de Aviación) para uso civil.