El Ayuntamiento de Medina Sidonia (Cádiz), gobernado por Izquierda Unida, ha lamentado que sus festivos locales para 2025 no hayan sido aprobados en pleno debido a la negativa de la oposición –PP y PSOE– a este punto, una situación «anómala» que puede convertir a la ciudad gaditana en «el único municipio español sin festivos locales para el año 2025».
En una nota, ha denunciado que en el pleno del 22 de noviembre ambos partidos votaron contra el debate del punto del orden del día para la designación de las fiestas locales –el 24 de enero y el 2 de junio de 2025–, no llegándose a tratar en la sesión plenaria y «sin justificar este rechazo».
Desde el Gobierno local ha advertido que esta situación «obliga» a los vecinos a trabajar «dos días más que el resto de los ciudadanos», lo que sería «una grave perturbación para los centros educativos».
«Esa problemática se lleva arrastrando desde el mes de septiembre, cuando los dos grupos de la oposición ya votaron en contra de los festivos tradicionales de Medina, propuestos por el equipo de Gobierno, aun cuando la legislación vigente obliga a incluir la certificación del acuerdo del Pleno para la incorporación de las festividades locales en el calendario laboral de la Comunidad Autónoma de Andalucía para el año 2025», ha indicado.
Ante esa situación, el equipo de Gobierno realizó un sondeo de la opinión ciudadana al respecto de esta cuestión, que arrojó un apoyo a los festivos «del 93%» entre las personas que votaron en este referéndum, llevando esta propuesta al pleno de noviembre y siendo rechazadas de nuevo por PP y PSOE.
El alcalde, José Manuel Ruiz, ha calificado esta «anomalía» como «un grave perjuicio para los vecinos y vecinos de Medina Sidonia, fruto de la oposición destructiva que llevamos sufriendo en el Ayuntamiento desde hace más de un año». «Que la oposición vote a todo que no por sistema es algo inexplicable y que en nada beneficia a nuestra ciudad», ha señalado.
EL PSOE CALIFICA DE RIDÍCULO EL REFERÉNDUM
A principios de noviembre, el PSOE calificaba de «ridículo» el referéndum a la ciudadanía realizado por el Gobierno local para votar las fechas propuestas, asegurando que no iban a participar «por seriedad y responsabilidad» al pueblo de Medina Sidonia. En este proceso participaron 425 personas, de un censo de 9.646 vecinos, el 4% del total, «un ridículo espantoso nunca conocido en el municipio».
Entonces, los socialistas consideraron que «todo este espectáculo» venía dado «por otro capítulo más del pacto IU-PP, que ha convertido al municipio en el hazmereír de la provincia, ya que ni para elegir los dos días festivos se ponen de acuerdo».
Además, en el pleno de noviembre el portavoz del PSOE, Juan María Cornejo Ramírez, alertaba que la ciudad estaba «en parálisis absoluta de gestión», al estar sin presupuesto desde 2022 y sin que salieran adelante proyectos ni modificaciones presupuestarias.
«Esto tiene una solución perfecta, nos sentamos los dos, hablamos de Medina, hacemos lo que están haciendo los secretarios generales regionales, Juan Espadas y Toni Valero, de intentar cerrar una reunión en Medina para hablar del futuro de Medina, formamos un gobierno que represente al 80% de los asidonenses, ponemos un proyecto y un presupuesto adelante con todo esto que está paralizado y ponemos en marcha Medina Sidonia. ¿Está usted por la labor? Yo estoy por la labor», argumentó Cornejo en su intervención en el pleno.
Por su parte, en un mensaje en sus redes, el PP de Medina aseguraba que pretenden «mejorar el municipio» y que los festivos locales deben ser «días con actividades, con programación y no días donde Medina se quede sin vida», añadiendo que «de lo que se trata es de sentarse en una mesa y llegar a puntos de acuerdo en los que se busque recordar y consolidar nuestras tradiciones».
«No vamos a permitir que el camino de mala gestión, mal proceder y dejadez de Izquierda Unida continúe impidiendo el desarrollo del pueblo. A nosotros nos duelen nuestros vecinos, y si cedemos hoy ante la dejadez de Izquierda Unida con el tema de las fiestas, mañana será algo peor», advertía el PP.
Así, dejaban claro que su intención «jamás es ni será dejar al pueblo sin ellas» pero que les preocupaba «nuestra democracia, esa que tanto costó conseguir a nuestros padres u abuelos». En ese sentido, continuaban indicando que una democracia «debe servir para dialogar, debatir y llegar a consensos», algo de lo que «es incapaz el alcalde y su equipo de Gobierno, que son los únicos que están enrocados en no permitirnos que nuestro municipio avance».