Al escribir estas líneas los resultados de las elecciones parecen ya bastante claros y definitivos. A nivel general hay algunas conclusiones evidentes que comentar. Primero constatar que el Partido Popular sigue siendo la fuerza más votada y al borde de poder formar gobierno con Ciudadanos, aparte claro de la siempre anunciada y nunca concretada gran coalición. El esperado sorpasso de Unidos Podemos al Partido Socialista no se ha producido y, a la hora de escribir estas líneas, lo que queda es saber cuánto daño ha hecho a la izquierda esta división competitiva que se ha promovido irresponsablemente. Como en diciembre Ciudadanos generó más expectativas electorales de lo que más tarde le han dado las urnas, es un partido que se proyecta bien en los medios pero que se desinfla en las urnas, con los resultados previsibles en estos momentos Ciudadanos va a perder relevancia y peso político. La izquierda más dividida, más confundida y con una gran frustración en sus filas. Unos por expectativas no cumplidas, el sorpasso, y otros por una debilidad sobrevenida a su pesar y fruto del fuego cruzado en el que se ha visto el PSOE.
La realidad es que esta segunda vuelta nos ofrece una derecha más fuerte y una izquierda dividida y desorientada. ¿Qué pasará mañana y los días siguientes? pues que estaremos ante un escenario alegre para la derecha y más alentador del que tenía en diciembre. Mientras, la izquierda se suma en el desconcierto con un Partido Socialista cuyo único consuelo es no haber sido desplazado en la hegemonía del centro izquierda y, por otro lado, una coalición que más que sumar ha restado tanto a si mismos como al PSOE. Un panorama malo para las gentes de progreso. Cuatro años más de derecha, así de simple.
¿Y en Cádiz? Pues también malas noticias para toda la izquierda. Un Partido Popular que se afianza con una subida del tres por ciento, un Partido Socialista que se lame las heridas con una escasa subida de votos y una coalición de Unidos Podemos que resta más de cuatro mil votos a los que consiguió por separado. un resultado desesperanzado para las fuerzas de progreso. Al PP le esta funcionando su estrategia de predicar el caos y el descontrol de la izquierda radical, pero al PSOE no le funciona su ambigüedad ante el gobierno municipal de Unidos Podemos. De hecho el desgaste del actual equipo de gobierno no le revierte a él sino al PP. Ambas izquierdas deberán replantearse sus estrategias porque en caso contrario lo que tendremos será un regreso triunfal del PP al gobierno de la ciudad. La esperanza transformándose en derrota. Es imperativo comenzar a construir la izquierda abierta y de progreso que necesita la ciudad. Podemos e IU deben ser conscientes de que el PSOE está ahí y seguirá durante mucho tiempo, así que basta ya de demonizar a los socialistas y plantearse un dialogo serio y constructivo. Y la misma medicina para el Partido Socialista, menos complejos, más diálogo y mucha firmeza en defender sus postulados socialdemócratas, los únicos capaces de aglutinar mayorías estables de gobierno.
Por ahora esto es todo. Vienen días difíciles, en España y en nuestro Cádiz, esperemos que no se transformen en un viaje a ninguna parte, en comediantes dando tumbos por una tierra desolada.