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La Agrupación al Servicio de la República

La Agrupación al Servicio de la República no fue un partido político republicano, sino una asociación de intelectuales que pretendía trabajar para que España se constituyese en República. Fue fundada el 10 de febrero de 1931, con un Manifiesto publicado en el diario “El Sol”. Sus impulsores fueron José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón y Ramón Pérez de Ayala, aunque terminó arrastrando, precisamente por la personalidad de sus fundadores, a muchos otros intelectuales.

La Agrupación contribuyó, sin lugar a dudas, a la creación de un clima favorable hacia la República en los cruciales meses de finales del invierno y principios de la primavera de 1931. El primer objetivo de este movimiento político fue pedir la convocatoria de unas elecciones a Cortes constituyentes. En las elecciones municipales de abril de 1931 no presentó candidatos, pero pidió el voto para las candidaturas republicanas. Trece de sus miembros fueron diputados en las Cortes Constituyentes, unos escaños que habían sido cedidos por los partidos en las elecciones de junio. Algunos de estos diputados se destacaron en los debates parlamentarios y en el proceso constituyente. De estos diputados podemos destacar las personalidades de José Ortega y Gasset, Justino de Azcárate, Alfonso García Valdecasas, Juan Díez del Moral o Bernardo Giner de los Ríos, entre otros. También algunos cargos políticos fueron ocupados por miembros de la Agrupación. Así, Ramón Pérez de Ayala fue nombrado director del Museo del Prado y embajador en Londres.

Pero, al igual que la ilusión por cambiar España había motivado la creación de esta Agrupación, no tardó en cundir el desánimo en sus principales líderes, fruto tanto de la realidad compleja y difícil de la política en sí y más en aquel tiempo, como del cariz que tomaban ciertas medidas y políticas, ya que para algunos de los miembros del grupo eran demasiado radicales. Ya en diciembre de 1931 Ortega y Gasset pronunció un discurso titulado “Rectificación de la República”, marcando sus diferencias en varias cuestiones que recogía el proyecto constitucional y hacia el cariz de determinadas políticas del gobierno. Ortega criticaba el anticlericalismo (la expulsión de los Jesuitas), las autonomías porque, según él, alentaban los nacionalismos y la intervención del Estado en la economía, aunque también marcó distancias con los sectores más derechistas por seguir pretendiendo mantener sus privilegios. En realidad, Ortega y Gasset defendía una postura paternalista y elitista de la política, de la República. Pretendía que se hiciesen reformas, habida cuenta de lo desgastado del sistema político de la Restauración, pero sin concesiones importantes hacia la izquierda, sintiendo además una profunda alergia por el enfrentamiento partidista.

Otro ejemplo de claro distanciamiento lo tenemos en Ramón Pérez de Ayala, que terminaría arremetiendo con dureza, posteriormente, contra el Frente Popular y contra Azaña.

El 13 de octubre de 1933 se hizo pública la disolución de la Asociación, anunciando sus impulsores que su objetivo ya había sido cumplido: la contribución al establecimiento de la República en España. Algunos miembros de la Agrupación terminaron en otras fuerzas políticas, tanto de derechas como de izquierdas.

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