Co-liderato entre las tripulaciones de David Blanco/Aroa Rubio y Ángel Carlos Ballesteros/Ángel Ballesteros tras las dos primeras pruebas
Hoy ha dado comienzo en aguas de Puerto Real el Campeonato de Andalucía de Snipe, que cuenta con la organización del CN El Trocadero y la Federación Andaluza de Vela, por delegación de la Consejería de Deportes de la Junta de Andalucía, y la colaboración del Ayuntamiento de la localidad gaditana.
Hasta el emblemático club puertorrealeño se han desplazado un total de quince tripulaciones que han hecho gala de un gran nivel, lo que se ha traducido en regatas “excelentes y muy competidas” como nos cuenta el oficial primero y vicepresidente del club Javier Escolano.
En lo que a condiciones se refiere, la primera prueba se disputaba con viento del 275º y 6 nudos de intensidad con una duración de 48 minutos, y la segunda un poco más larga, 51′, bajo vientos del 245º y 8 nudos.
Los tantos se los repartían entre las tripulaciones de David Blanco y Aroa Rubio (CD Flota Snipe de Cádiz/CN Puerto Sherry) y la formada por Ángel Carlos Ballesteros y Ángel Ballesteros (RCN Motril), dueños de los primeros y segundos de esta primera jornada con un empate resuelto del lado de los locales al ganar la segunda prueba.
El tercer puesto con seis puntos más es para la pareja formada por Carlos Corral y Laura Merlo, con bandera del CD Flota Snipe de Cádiz, 3º y 6º, seguidos con dos más por Javier Contreras y María Fiestas, tripulación con bandera compartida entre el RC Mediterráneo y el RCMtmo. de Marbella, 4º y 7º hoy.
Les siguen con un punto más Antonio Miguel Sel y Guillermo Serrano, del RC Mediterráneo, y la tripulación de Ernesto Herrero y Javier de la Calzada, del CD Flota Snipe de Cádiz, empatados en el quinto y sexto puesto con sólo un punto menos que Álvaro y Francisco Javier Oses, del mismo club, séptimos.
La extrema igualdad entre los aspirantes a podio lo deja todo abierto de cara a la segunda y última jornada para la que se programan de dos a tres pruebas. El comité de Escolano se veía hoy obligado a desistir de una tercera prueba cuando “el viento empezó a rolar y a variar en intensidad y decidí enviar la gente a tierra”, nos cuenta Javier Escolano.