La primera sesión de cuartos de final estuvo marcada por la actuación de la comparsa de German García Rendón ‘OBDC. La última flor‘. Este año buscan afianzarse como comparsa de semifinales y presentaron las credenciales para que no se les escape el pase a la siguiente fase.
La otra favorita de la noche, ‘La azotea‘ de los Carapapa estuvo más conservadora, sin arriesgar demasiado en este pase. Se supone que tienen guardadas las mejores letras para semifinales, una estrategia en la que confían.
Siguiendo con la modalidad de comparsas, tanto ‘La afición’ como ‘No me toques las bolas‘ pueden darse por satisfechos con lo que ya han conseguido. El objetivo para ellas era llegar a la fase de cuartos de final por lo que solo les quedaba disfrutar de la que presumiblemente fue su última actuación en este concurso.
El único coro de la noche, los sanluqueños de ‘La torre del reloj‘ tuvieron una actuación digna, propia de un coro que también sabe que han cumplido con haber llegado hasta aquí.
En cuanto a chirigotas no hubo grandes sorpresas, ‘No valemo un duro‘ del Canijo siguió la misma línea que en el pase de preliminares con dos buenos pasodobles y dos cuplés simpáticos, sin llegar a dar el pelotazo.
Los independentistas de ‘Gora ke hay Partido independentista de Kai‘ también lo dieron todo para intentar luchar por el pase a semifinales, algo que saben que no les va a resultar fácil. La pérdida del tipo de uno de los componentes también les sirvió para encajarlo en el repertorio y buscar la complicidad del público.
La chirigota de Lolo Álvarez Seda ‘Los pastelitos‘ fue quizás la decepción de la noche. No tuvieron una mala actuación pero se esperaba más de ellos. El segundo cuplé es indigno de una chirigota que aspira a estar entre las semifinalistas.
El cuarteto cordobés ‘Pesadilla en España‘ logró lo que pocos esperaban, salvar los muebles. Premiar con el pase a cuartos de final a un cuarteto que no demostró tener calidad suficiente en preliminares era un riesgo muy grande. Aún asi consiguieron mantener el tipo sobre las tablas y despedirse del concurso con la cabeza alta.