El reparto de las nuevas tarjetas de residente de 2021 continúa su curso hasta que se completen todas las entregas y el plazo para renovar sigue abierto
La empresa municipal Emasa ha decidido prorrogar la vigencia de las tarjetas de residente de 2020 hasta el 2 de marzo de 2021, fecha hasta la que seguirán tramitándose renovaciones de los usuarios y usuarias que lo deseen.
En un principio, la validez de la tarjeta expedida el año anterior y el plazo para solicitar la renovación concluía el 15 de febrero, pero Emasa ha decidido ampliar ese plazo hasta el 2 de marzo.
La empresa municipal continua, en paralelo, con el reparto de esas nuevas tarjetas de residente de 2021 hasta que complete todas las entregas. Quien quiera sacarse la tarjeta de residente y no fuera cliente en 2020 puede hacerlo en las oficinas de Emasa (calle Dr. Herrera Quevedo y calle Plocia, entrada por puerta trasera del Palacio de Congresos) de 9:00 a 13:00 horas de lunes a viernes para completarlo y abonar la tasa, cifrada en 50 euros más 20,40 euros de gastos de emisión de la tarjeta. Para el pago se contempla también la posibilidad de hacerlo en dos plazos (un primero de 45,40 euros y un segundo de 25 euros).
Emasa recuerda al mismo tiempo que el personal de control y vigilancia de las zonas de estacionamiento regulado tienen una relación actualizada en sus dispositivos electrónicos de los vehículos que tienen en vigor la tarjeta de residente, a fin de expedir las denuncias oportunas a los vehículos aparcados en ellas que no estén acreditados. El personal de control y vigilancia actúa en todas las franjas horarias durante los siete días de la semana de forma alterna.
En esta línea, incide en que gracias a la nueva ordenanza de estacionamiento regulado se están logrando los objetivos marcados en ella: reducir el tráfico motorizado en el interior de los barrios del casco histórico logrando espacios más seguros y, al mismo tiempo, ofrecer prioridad a los residentes sobre la gran mayoría de zonas de aparcamiento en espacios tradicionales de saturación del tráfico como el casco histórico, Bahía Blanca y calles adyacentes del Paseo Marítimo, con la idea aparejada de rebajar la presión del tráfico rodado en esos lugares.
Recientemente se han sumado 54 plazas al número de aparcamientos regulados en la ciudad, todas ellas en el casco histórico de la ciudad. De ellas, 18 están ubicadas en la calle Hércules y otras 36 que cuando acabe el horario de carga y descarga pasarán a ser zona verde. Estas plazas de carga y descarga que se convierten tras el horario de carga y descarga en zona verde están entre la calle Matías (3 plazas), calle Martínez Campos (13 plazas), calle San Francisco Javier (3 plazas), la calle Alcalá Galiano (10 plazas) y en la plaza del Mentidero (7 plazas).