El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha asegurado que el Etiquetado Frontal (FOP) NutriScore es una herramienta válida para mejorar la calidad nutricional de la cesta de la compra. Su implantación podría reducir un 3,4% la mortalidad por enfermedades provocadas por la obesidad, como la cardíaca, diabetes o ciertos tipos de cáncer.
Durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados, el ministro ha vuelto a defender que este FOP es el que cuenta con más apoyo por parte de científicos y especialistas en nutrición y de asociaciones de consumidores a nivel español y europeo. Según ha explicado, ningún sistema existente en el mundo es perfecto, pero NutriScore es el que mayor consenso genera.
Etiquetado voluntario
En la actualidad, el etiquetado nutricional frontal es voluntario en Europa. Ningún país puede, por el momento, obligar a los fabricantes a proporcionar esta información en la parte delantera de los envases, aunque cientos de productos ya han empezado a utilizarlo. En cualquier caso, la intención de la Comisión Europea es avanzar hacia el etiquetado común y obligatorio en todo el territorio a partir del año 2022.
Con ello, Garzón ha evidenciado que NutriScore ya está presente en numerosos productos de los supermercados españoles y que no regularlo afectaría a los derechos de las personas consumidoras. El ministro ha garantizado que las empresas que lo adopten lo harán de forma voluntaria, que lo utilicen correctamente y en todo su lineal de productos, ha anunciado.
De otro lado, el titular de Consumo ha defendido el beneficio que generará a las exportaciones españolas de alimentación y bebidas, ya que uno de cada tres euros procede de países que ya tienen implantado NutriScore, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Por ello, Garzón entiende que, si la industria nacional lo incorpora, aportará una ventaja competitiva en los mercados internacionales.