Últimas noticias
Jue. Mar 28th, 2024

Te diré cómo es un árbol

Gabriel UrbinaHace unos años llegó hasta mí tu libro, y por él me asomé, como a través de una ventana, a la historia de tu vida. Su título me llamó la atención y sentí que en esa petición, Decidme cómo es un árbol, había una apelación directa a mi persona. Comenzaba entonces uno de esos diálogos mágicos que sólo son posibles entre las dos soledades que convergen en una página: la del que escribe y la del que lee. Y el libro, como por un estrecho pasillo que fuera de tu celda al patio, me llevó a un poema. Un verso, dos, una estrofa, y toda la oscuridad de tu cárcel cayendo sobre un parque, sobre mi cuarto, sobre cualquier lugar en el que te leyera absorto, tratando de imaginar el tamaño exacto del abismo y la alegría.

Decidme cómo es un árbol,
contadme el canto de un río,
cuando se cubre de pájaros.

Habladme del mar,
habladme del olor ancho del campo.
De las estrellas, del aire.

Recitadme un horizonte
sin cerradura y sin llave
como la choza de un pobre.

Decidme como es el beso
de una mujer. Dadme el nombre
del amor: no lo recuerdo.

Hace unos días te marchaste y no quiero que pienses que me he olvidado de lo que nos pedías, de lo que me pediste. Te diré cómo es un árbol. No, no es tarde. Aunque no lo necesites realmente nunca necesitaste que te describieran un árbol, ni el mar, ni el campo, porque sólo se conoce de verdad lo que se añora, yo quiero hacerlo. Creo que es el momento porque es ahora cuando todos los árboles te señalan, buscándote. Quiero decírtelo ahora que no quedan cerrojos y tienes a mano toda la anchura que sembraste en la memoria.

Un árbol, Marcos Ana, es como tú. Es el lenguaje vertical que no conoce horizontes; el impulso de crecer, desde dentro y hacia arriba, cuando no puedes moverte. Un árbol es la silueta del viento; un verso de lluvia y sol en el poema de la vida. Un árbol es la corteza disimulando cicatrices; y el abrigo del pobre, el alimento del fuego que arde en su choza. Un árbol es la libertad que se prolonga en el canto del río, en los latidos del agua, en el vuelo del pájaro que siempre vuelve a sus ramas. Son las hojas que caen para pintar de ocre el camino de los recuerdos. Un árbol, Marcos Ana, es el presente de todas las primaveras.

Deja que te lea un fragmento de El caminante, de Herman Hesse, para que comprendas mejor por qué los árboles me recuerdan tanto a ti: «Son como individuos solitarios. No como ermitaños que se hubieran recluidos a causa de una debilidad, sino como seres grandes y aislados, como Beethoven o Nietzsche. En sus ramas más altas susurra el mundo, sus raíces descansan en el infinito, pero no se abandonan ahí, sino que luchan con toda su fuerza vital por una sola cosa: cumplir con ellos mismos según sus propias leyes, desarrollando su propia forma, representándose a sí mismos. Nada que sea más sagrado, nada más ejemplar que un árbol fuerte y hermoso».

Un árbol no se pierde, ni guarda rencor, porque sabe que ha de cumplir una ley sagrada, mucho más grande que el odio y el temor, que la soledad de una prisión: la ley de seguir adelante, aferrado a la vida, alimentando de luz la esencia de lo que es, de lo que siempre ha sido. Me entiendes, ¿verdad?

Siempre he pensado que sabías perfectamente cómo era un árbol y que nadie podría imaginar, de forma más clara, el canto del río salpicado de estrellas. Siempre he sentido que con aquella súplica sólo querías que aprendiéramos a mirar lo que teníamos alrededor. Hasta en esa petición, Decidme cómo es un árbol tal vez lo único que has pedido públicamente, hay escondido un regalo: el de alentarnos a disfrutar de aquello que a ti te negaron, de forma injusta, durante tantos años: el árbol y la choza, la inmensidad del campo, el beso del mar… Por eso, aunque he querido contestarte, no puedo dejar de agradecerte tu verso y tu voz. En pocas personas habrá nunca tanta entereza y generosidad, tanta humildad y pasión por la vida. Gracias por hacernos, con tu memoria, un poco más libres. Y gracias por mostrarme, fingiendo no saberlo, cómo es realmente un árbol, el olor de un río y el horizonte infinito.

Related Post