El colonialismo europeo provocó un profundo impacto en la vida de los pueblos colonizados en todos los aspectos. Intentemos ofrecer algunas claves.
En el plano económico, la llegada de los europeos empeoró la situación para la mayoría de la población, a excepción de las élites locales. Se produjo un proceso de expropiación de las tierras indígenas, que pasaron a manos de los colonizadores o sus empresas. En la agricultura se abandonaron los cultivos y formas de cultivar tradicionales, vinculados a la subsistencia familiar, y se establecieron plantaciones con monocultivos extensivos para la producción masiva de productos que cubriesen las necesidades de las metrópolis. Como ejemplos se pueden citar los siguientes: caucho en Indochina, cacao en Nigeria o café en Tanganica. Por otro, lado se potenciaron las explotaciones de recursos minerales y energéticos a favor de las industrias europeas La imbricación de las colonias en la economía mundial potenció el empleo del papel moneda, por lo que la economía monetaria se yuxtapuso a la de subsistencia anterior. Las potencias coloniales construyeron nuevas infraestructuras: puertos, carreteras y ferrocarriles, que quedaron cuando las colonias se independizaron, pero que se hicieron para beneficio de la explotación económica colonial y no para atender a las necesidades de las poblaciones indígenas.
En el ámbito demográfico hubo aspectos positivos y negativos. En lo positivo, fueron indudables los beneficios producidos por la introducción de las vacunas y medicamentos, por las mejoras higiénicas y la construcción de hospitales. La mortalidad en muchas colonias disminuyó y aumentó la población, ya que la natalidad continuó siendo alta. Pero, también es cierto, que en algunos lugares la intensidad de la explotación de la población indígena provocó una clara disminución de la población, siendo el caso del Congo el más significativo. Por fin, el aumento de la población gracias a la disminución de la mortalidad rompió el equilibrio entre la población y los recursos, comenzando a producirse problemas de abastecimiento y de subalimentación crónica.
La estructura de las sociedades indígenas cambió con el colonialismo europeo. Los nuevos ritmos de trabajo desorganizaron la vida tribal o indígena, así como las jerarquías previas. Además, muchos pueblos fueron divididos o unidos de forma artificial, y de ese modo se rompieron etnias y se forzaron artificialmente convivencias de grupos enfrentados. Por último, las administraciones coloniales utilizaron a determinados grupos indígenas para reclutar a su ejército o para parte de la estructura administrativa, generando diferencias y favoreciendo a unos sobre otros a cambio de su fidelidad. Los repartos coloniales tuvieron graves consecuencias cuando se produjeron los procesos descolonizadores. En el caso de África las fronteras establecidas por las metrópolis no respetaron las etnias y cuando se independizaron en las colonias estallaron odios tribales y guerras crueles.
Las costumbres, las religiones, las tradiciones y formas de entender el mundo y la vida de los pueblos indígenas sufrieron el fuerte impacto de los valores, ideas y religiones occidentales. Se produjo una fuerte crisis de identidad de estos pueblos. En el caso de los pueblos de la zona subsahariana el impacto fue mayor que en Asia donde las culturas eran de tradición milenaria.